El precio de la onza de oro volvió a superar la marca psicológica de los 2,500 dólares, por segunda ocasión en su historia, catapultado por las tensiones geopolíticas. El temor a una escalada de las tensiones en Medio Oriente impulsó las compras de activos refugio. La noticia de un inminente ataque de Irán a Israel aumentó las coberturas de refugio.